BILBO
Perro escapista muy nervioso y agresivo
Descripción previa:
Macho adulto de raza mediana que vive con su familia en una casa con terreno en una zona rural. Su dueño, antiguo cliente de Ramalladas al había ayudado con la educación de un precioso pastor alemán hace ya más de 15 años.
En esta ocasión me piden ayuda para diagnosticar el comportamiento de Bilbo, ya que tiene hábito de escapismo de su domicilio. Este se escapa con mucha frecuencia y tardan mucho en conseguir cogerlo.
A raíz de esas salidas, e imaginamos de algunas malas experiencias durante esas escapadas, el perro comienza a mostrar comportamientos muy extraños. Muestra una latencia ansiosa constante, siempre está nervioso, terco y cada día más independiente, con una meta entre ceja y ceja: fugarse.
A pesar de que le iban dificultando la posibilidad de hacerlo, al final siempre consigue encontrar un hueco para su huida. Una vez en la calle, se pelea con otros perros, pero el principal problema que motiva la consulta, es que el perro ha comenzado a gruñir, e incluso en varias ocasiones, intentar morder a las visitas y miembros de la familia.
Por responsabilidad, deciden mantenerlo separado cuando viene gente a casa y encerrarlo para que no se escape y pueda morder a alguien por la calle.
Trabajo y resultado:
Bilbo requirió de unas semanas de trabajo intenso por su carácter, su nivel de estrés y su reactividad. La desconfianza hacia lo desconocido, y más concretamente conmigo, me llevo a sufrir varios sustos con él, hasta que por fin conseguí ganarme su confianza y crear el vínculo emocional adecuado iniciar el trabajo.
Fui consiguiendo poco a poco las metas fijadas a base de tiempo y persistencia. Primero me centre en mejorar su confianza y autoestima al mismo tiempo que iba enseñándole comandos básicos para mejorar su control y respeto.
Una vez iba respondiendo a estos comandos, pasamos socializarlo con otros perros, empleando las medidas de seguridad adecuadas para evitar peleas, ya que sabíamos que en sus escapadas ya había tenido varias con otros machos.
Una vez que Bilbo mejoró considerablemente su actitud, pasamos a trabajar con él y los integrantes de la familia las órdenes básicas de control: quedarse quieto, caminar tranquilo de la correa, acudir a la llamada y obedecer al comando NO, aprendiendo a gestionar las situaciones en las que el perro se mostraba problemático,
Finalmente, días después nos aceramos a su casa y generalizamos los ejercicios y actitudes aprendidas en su entorno y casa, para enseñar a Bilbo a no escaparse.
Esta es la respuesta de sus dueños a nuestro último mensaje para hacer seguimiento de Bilbo: “No es el mismo perro, ha cambiado 100%. No ha vuelto a escaparse de casa, ni a pelearse con otros perros. Además los paseos son una maravilla y se ha convertido en un perro que va a saludar a la gente y no ha vuelto a ser problemático en ningún momento”.
Doy por finalizado el trabajo de recuperación de Bilbo. Costó mucho pero ya es un perro equilibrado y sin duda, mucho más feliz.
Muchas gracias volver a confiar en Ramalladas tantos años después, y por los videos que nos seguís mandando para que pueda comprobar sus avances. Gracias familia!!