BOBY

Perro marca los muebles de casa y muestra carácter muy alterado.

Descripción previa:

Macho de raza Cocker Spaniel marrón de un año y medio de edad, y que vive en un piso con su dueño en el centro de Pontevedra. Este es el quinto Cocker marrón que ha tenido Jesús y pero el primero con el que tiene que pedir ayuda a un profesional.

Trabajo y resultado:

Su propietario me llama de parte de su veterinario, al cual le he ayudado con varios de sus perros en los últimos años. Jesús me pide ayuda urgente, ya que ha tenido varios encontronazos con Boby. Este ha marcado el mobiliario de su casa e incluso recientemente se ha subido a su cama y la ha marcado también.

A Boby no le gusta seguir las normas y su llamada se debe a que le acaba de morder una mano por haberle regañado. No puede exigirle nada, ni darle medicaciones, ni dejarlo solo en ningún momento, ya que Boby ladra constantemente.

Tras conocer al perro en la consulta de valoración, el diagnostico fue rápido y claro dado el estado del perro: a Boby se le salían los ojos de las orbitas, saltaba constantemente y su nivel de estrés era muy exageradamente alto.

Le expuse a Jesús las causas de su comportamiento y el porqué de haberle mordido. Propuse el plan de trabajo que podría corregir el carácter de Boby y cuyo resultado fuese conseguir una convivencia sin conflictos entre ellos, todo ello con un presupuesto cerrado.

El trabajo inicial fue muy intenso y laborioso, ya que Boby venía de imponerse a su dueño e incluso intentó en primera instancia actuar del mismo modo conmigo.

Poco a poco creo el vinculo necesario con él y luego trabajamos por una parte su inseguridad, y por otro su carácter dominante hacia su dueño. También incorporamos ordenes nuevas, caminar al paso, quedarse quieto, acudir a la llamada, dejar de ladrar a la orden y socializarse tanto con perros como con gente, para así mejorar su comportamiento y miedos.

Una vez el perro se rehabilitó, acudí a su casa en el centro de Pontevedra a generalizar todo lo aprendido y para habituar a Boby a aceptar las nuevas necesidades de su propietario y evitar nuevamente problemas de convivencia, mejorando de paso el paseo con él.

Boby ya es un perro rehabilitado y Jesús ha aprendido a manejar cualquier situación que surja, además de poder contar conmigo siempre que lo necesite.

Muchas gracias a Jesús por el esfuerzo de venir desde Pontevedra para participar activamente en el trabajo con Boby. Consiguió cambiar sus hábitos con el perro adquiridos con el tiempo, por unos nuevos que les hemos dado y por todas las llamadas para pedirnos consejos.

Tiempo Record transcurrido para conseguir la rehabilitación de Boby: 2 semanas.

Hasta siempre Boby y Jesús!

Juan Freire