Río
Recuperación de un perro con alto nivel de ansiedad
Descripción previa
Río es un macho joven, cruce de dos razas medianas tipo podenco. Fue adoptado en un albergue y actualmente vive con su familia en un piso en Orense.
Muestra signos de inseguridad generalizada, bien hacia la gente, como con otros perros, ruidos y en general con todo su entorno. Es desconfiado de entrada (aunque luego es un perro muy cariñoso) y además en el parque se acelera y persigue y agarra a otros perros.
Su propietarios me contactaron ya que estaban muy preocupados, ya que veían comportamientos inseguros, evasivos o dominantes según con ciertos perros. Con algunos se asustaba mucho y en cambio con otros, en cuanto cogía cierta confianza, les perseguía como un poseso y les agarraba fuertemente por las patas traseras para frenarlos, lo que les llevo a tener que dejar de llevarlo al parque de perros que frecuentaban para evitar enfrentamientos con dueños de los demás perros.
En casa tenia ansiedad generalizada, no paraba quieto un minuto, ladraba fuerte cuando veía a otro perro desde la ventana, con la correa era muy difícil poder pasearlo, lo soltaban con mucho cuidado ya que cada vez que lo hacían se arriesgaban a correr tras él hasta que decidía detenerse.
Trabajo y resultados
Tras conocer al perro en la consulta de valoración, su gesto corporal, actitud hacía mí, su nivel alto de estrés, la expresión de su cara y ojos, y sobre todo, su respuesta cuando introdujimos a una perra para ver su reacción, el diagnóstico fue claro. Se trata de un perfil de perro al que ayudamos a con mucha frecuencia, del orden de unos 4 o 5 casos similares son tratados en Ramalladas cada mes. Por mi experiencia de más de 30 años recibiendo casos similares, reconozco este perfil de perro muy rápidamente.
Tras la correspondiente valoración, expuse a la familia de Río la metodología y plan de trabajo que podría ayudarle a mejorar su inseguridad y sumisión, y como consecuencia, mejorar su seguridad y autoestima. Con este plan podríamos mejorar su control sobre él y todo ello, como siempre, con un presupuesto cerrado y 100% garantizado.
El trabajo inicial se centró mejorar la socialización de Rio con perros y personas desconocidas. Al mismo tiempo, entre juego y juego, fui introduciéndolo en mi vida en Ramalladas: me acompañaba en la oficina, en las clases, en la salida a la cafetería, paseos por el campo y ciudad. Poco a poco creé el vínculo necesario con el perro y luego trabajamos su inseguridad frente a gente, perros, ruidos y en general con todo lo que le rodeaba.
También incorporé órdenes nuevas para mejorar su control ya que el nivel de dispersión y estrés era muy elevado, y su capacidad de concentración era muy limitada. Practicamos caminar al paso, quedarse quieto, acudir a la llamada, dejar de ladrar a la orden y socializarse tanto con perros como con gente le ayudaron a mejorar su comportamiento y miedos.
Los resultados fueron apareciendo desde el primer día, mi experiencia me dice que estos perros piden ayuda a gritos, no lo están pasando bien en su situación, ya que entran en bucle y luego no son capaces de salir, por eso en cuanto los ayudo cambian rápido y se muestran super agradecidos con los trabajos que realizan.
A las dos semanas de trabajo con Río, surgió algo que suele pasar cuando ayudamos a perros de un perfil inseguro. Suelen ganar confianza rápidamente, y esto le hace ser un perro más atrevido y demasiado sociable. Pasó de escaparse de la gente o ladrarles a ir corriendo a saludarle, y con los demás perros el cambio lo mismo.
Le di un empujón definitivo a su confianza y seguridad en su entorno, pero con más exigencia a nivel de obediencia y autocontrol frente a la aparición de otros perros. Con este trabajo final, se consiguió el resultado buscado y ahora toda su familia disfruta con Río en casa y en sur largos paseos por el campo. Ya no salta, ni tira de la correa, obedece perfectamente a la llamada y juega con los perros gestionando el autocontrol de sus impulsos.
Doy por finalizado el trabajo de educación de Rio, está totalmente rehabilitado de sus malos comportamientos, y me gustaría agradecer a sus dueños la confianza que han demostrado a mi trabajo. El haber seguido mis pautas al dedillo, su esfuerzo por acudir a las clases desde Orense a Vigo y las charlas de seguimiento-asesoramiento telefónico de estas semanas.
Ha sido una suerte haberos conocido y haber podido ayudaros.
Tiempo transcurrido el proceso de educación de Rio: 3 semanas
Juan Freire.