Moffi

Educación de un perro que se cree el rey de la casa

Macho adulto de raza Caniche Apricot Toy marrón y de 5 años de edad. Vive con su dueña Patricia en un piso en Vigo y es su primer perro. Moffi es un tirano en toda regla.

Descripción previa:

Su propietaria Patricia me llama ya que el último peluquero que intentó cortarle el pelo, tuvo que terminar durmiéndolo para poder hacerlo y ya le ha manifestado que se niega a seguir siendo su peluquero y que no quiere volver a tratarlo. Este ha sido el último, pero antes ha habido muchos otros que han desistido por la actitud de Moffi.

Pero Patricia no tiene únicamente ese problema con él. Me pide ayuda urgente ya que ha tenido varios encontronazos con ella. A Moffi no le gusta seguir las normas y cada vez se muestra más agresivo cuando se le lleva la contraria. Es un auténtico tirano en casa: no pueden entrar en su propia habitación si él no lo permite, no es posible recoger cosas del suelo, es posesivo con todos sus objetos, e incluso con ella misma frente la presencia de otras personas.

También le ha mordido en varias ocasiones, sobre todo porque no le gusta que le cepille (es imposible hacerlo) y que le manipulen si él no lo permite. Y por supuesto, por la calle intenta atacar a todos los perros con los que se cruza, sea cual sea su tamaño, y no deja que nadie se acerque a ella y se lanza a morderles.

Moffi es un caso claro de perro inseguro al que se le ha dejado subir en el escalón jerárquico con su dueña. Esto es debido a la falta de normas y límites, exceso de atención y mimos, y haber ido cediendo poco a poco en sus exigencias durante sus 5 años de vida. Moffi se ha vuelto un perro muy dominante con su dueña y la mantiene a raya y no le pasa una.

Hay que tener en cuenta que también puede haber una vertiente genética en la causa de este tipo de comportamientos. La raza Caniche Toy, al ser perros muy achuchables y con un tamaño perfecto para ir todo el día de regazo en regazo en la familia, es muy fácil que consigan que cedamos a sus exigencias de juego, atención y mimos. Esto hace que estos hábitos han ido haciendo mella en muchos ejemplares de la raza quedando instaurados en sus carga genética.

Trabajo y resultado

Tras conocer al señorito Moffi en la consulta inicial de valoración, el diagnóstico fue rápido y claro, dado el estado en el que se encontraba el perro desde el momento de su llegada. Se tiraba a mordernos, tanto a mi como a todos los alumnos que había en el aula en ese momento, no me dejó acercarme a menos de dos metros de su dueña, saltaba constantemente hacia adelante, gruñía y nos enseñaba los dientes a modo de amenaza. Su nivel de estrés era muy alto, no conseguí que se relajase en ningún momento.

Expuse las causas de su comportamiento y el por qué de haberle mordido a ella y al peluquero, y propuse el plan de trabajo que podría corregir el carácter de Moffi y como consecuencia conseguir una convivencia sin conflictos entre ellos. Tras la valoración, como siempre hago, le informé de la duración estimada del plan con un presupuesto cerrado.

Los primeros días fueron complicados y muy intensos, ya que Moffi venía de imponerse a su dueña y a todas las personas con la que se relaciona e intentó en primera instancia actuar del mismo modo conmigo. Intentaba morderme todo el tiempo pero poco a poco conseguí crear el vínculo necesario con él, y luego trabajé por una parte su inseguridad y por otro su carácter dominante.

También incorporamos órdenes nuevas, caminar al paso, quedarse quieto, acudir a la llamada, dejar de ladrar a la orden y socializar tanto con perros como con gente, para así mejorar su comportamiento y miedos.

A las dos semanas de finalizar el proceso, acudí a su casa a generalizar todo lo aprendido y ver la evolución de la nueva relación con su dueña y evitar que los viejos problemas de convivencia aparezcan. Moffi no ha vuelto a morder a nadie, ha vuelto a la peluquería, se deja cepillar por su dueña, ya no es posesivo con los objetos ni el mobiliario, el paseo ahora es relajado y sin incidentes.

Moffi ya es un perro rehabilitado y su dueña ha aprendido a manejar cualquier situación que surja de ahora en adelante.

Muchas gracias a Patricia por la confianza, el esfuerzo de venir a aprender a manejar y trabajar con Moffi, por haber cambiado sus hábitos de muchos años por unos nuevos que les hemos dado y por todas las llamadas para pedirnos consejos.

Tiempo récord transcurrido para conseguir la rehabilitación de Moffi: 3 semanas. 

Un abrazo.

Juan Freire