Coco

Un perro muy estresado y con un carácter muy exigente

Descripción previa

Coco es un cachorro macho de raza Pastor Belga Malinois  de 7 meses y medio de edad, y el suyo ha sido uno de los casos más complicados que hemos tenido en los últimos años. Su familia acudió a solicitarnos ayuda cuando no llegaba a los 6 meses, ya que se mostraba muy exigente en todo momento. Desde que llego a casa era un pulso constante, cabezón, posesivo, terco, rompía lo que tenía a su alcance, corría por todo el piso, saltaba sobre el mobiliario, gruñía, tenían que encerrarlo para poder dejar a la gata suelta a ratos, ya que se iba a por ella, les marcaba enganchando la ropa cuando le llevaban la contraria. En resumen, Coco era muy dominante en casa, también con otros perros, e incluso con nosotros, ya que no le sentaba nada bien no poder salirse con la suya.

La familia desconocía el carácter propio de la raza, sus necesidades de ejercicio y el nivel de exigencia que hay que imponer para evitar problemas de convivencia, aun así decidieron quedarse con él y seguir nuestro programa de educación, control de impulsos, autocontrol y respeto hacia ellos.

Tras conocer al perro en la consulta de valoración, el diagnostico fue inmediato dado el estado del perro: Nos saltaba constantemente y su nivel de estrés era muy alto, e intentaba imponerse a nosotros desde que entró por la puerta. Tuvimos que explicarles las causas de su comportamiento dominante típico en la raza, de hecho, la mayoría de las policías de todo el mundo lo utilizan por en sus unidades K9, lo que para ellos es una virtud, para una familia que vive en un piso y con poco tiempo libre, puede ser un calvario.

Una vez decidimos ayudarles, les indicamos que el perro debía ser castrado justo al acabar de educarlo. Iniciamos el plan de trabajo que podría corregir su carácter  y empoderarlos a ellos para conseguir una convivencia sin conflictos, todo ello con un trabajo muy intenso de concienciación de lo que supone convivir con un perro así.

Trabajo y resultados

El trabajo inicial fue muy intenso y laborioso, ya venía de imponerse a sus dueños e intentó en primera instancia actuar del mismo modo con todos los integrantes del equipo de Ramalladas.Costó mucho que fuese cediendo y dejándose manejar, era muy disperso y reactivo, saltaba a la mínima, por lo que no fue fácil  crear el vínculo necesario. Pasamos a trabajar, por una parte su dispersión y falta de concentración, y por otro su carácter dominante hacia la gente y otros perros. También incorporamos ordenes nuevas, caminar al paso, quedarse quieto, acudir a la llamada, tumbarse y socializarse tanto con perros como con gente para así mejorar su comportamiento dominante y poco social.

Una vez Coco mostró señales de mejora y respeto hacia nosotros, incluimos a su familia en el proceso, con charlas sobre lo que había que cambiar y la nueva forma de relacionarse con él. Fueron muchas clases y charlas hasta que  rehabilitó y fue a casa a comprobar sus avances.

Posteriormente acudí a domicilio en Pontevedra a generalizar todo lo aprendido y ha habituar a Coco a aceptar las nuevas normas para condicionarlo y evitar que apareciesen nuevamente problemas de convivencia, mejorando de paso el paseo y trabaje también el que admitiese a la gata, cosa que conseguimos en poco tiempo.

Las semanas posteriores, hicimos seguimiento del caso y decidimos volver a dar unas clases extras a Coco para corregir algún desajuste en su comportamiento que habíamos advertido. Nos dimos cuenta de que dichos desajustes eran provocados por la falta de ejercicio debido al cierre perimetral de Pontevedra y eso provocaba que subiesen los niveles de estrés de Coco y lo volviesen un poco irascible. Finalmente, como la llamada la había aprendido perfectamente, les indicamos que tenían que soltarlo al menos una vez al día por un periodo de tiempo suficiente para que el perro se mantuviese tranquilo y descansado el resto del día.

Coco  ya es un perro rehabilitado y su familia  ha aprendido a manejar cualquier situación que surja de ahora en adelante,lo sueltan a diario en una zona cercana a su casa y obedece a la primera cada vez que le llaman y no ha tenido ningún incidente con otros perros. .

Muchas gracias a la familia de Coco por haberle dado una oportunidad, por habernos confiado el trabajo para su educación, por el esfuerzo de venir desde Pontevedra a trabajar con nosotros, y por haber cambiado sus hábitos con él que sabemos que ha costado mucho. Gracias a su trabajo e interés en todas las  charlas que les dimos y las llamadas para pedirnos consejos e informarnos de su evolución, este caso se ha resuelto de la mejor manera.

Poder ayudar a familias así en casos tan complicados, es una de las mayores satisfacciones que tiene nuestro trabajo.

Tiempo record transcurrido para conseguir la rehabilitación de Coco 5 semanas.

Un abrazo.

Juan Freire