6 claves para la desescalada en los perros

No encontramos en un escenario atípico. Llevamos casi 2 meses confinados y nuestros peludos están ahí acompañándonos todo el día, algo no habitual en la mayoría de los casos, con paseos cortos, poco ejercicio, nula socialización con otro perros o personas…. Tanto a humanos como a nuestros perros, esto está generando cambios en nuestros comportamientos y conductas.

En los perros, su sistema de adaptación al medio y a los cambios del entorno, se ha activado y tras la frustración de los primeros días, han dado paso a una adaptación a la nueva situación en una gran mayoría de los casos. Otros, en cambio, no han podido adaptarse y esto ha traído la aparición de nuevos y conflictivos comportamientos que han ido minando la convivencia familiar.

Los perros han notado un cambio radical en su modo de vida, pero desconocen la causa y esto les esta provocando en muchos casos, frustración y estrés, afectando a sus conductas y les dejarán secuelas que necesitaran será tratadas por profesionales especialistas en problemas de comportamiento canino.

En Centro Canino Ramalladas, pasamos de recibir apenas unas cuantas llamadas durante las primeras semanas del estado de alerta,  a un aluvión de consultas sobre los problemas de comportamiento surgidos por muchos perros en esta situación anómala.

Ni ellos ni nosotros estamos acostumbrados a convivir las 24 horas juntos!!

Sin tiempo que perder, hay que ponerse manos a la obra e ir preparando a nuestros perros para lo que han llamado “la nueva normalidad”.

¿Cómo podemos ayudar a nuestros peludos para que la desescalada, y lo que está por venir, no le pase factura?

Sigue leyendo, vamos a darte 6 consejos.

6 Claves para la desescalada en los perros

1 – Anticiparse al momento de liberación

Llevamos dos meses con horarios distintos a los habituales, una relación muy intensa y directa con nuestro peludos, hay que tener en cuenta que más temprano que tarde vamos a poder volver, en la mayoría de lo posible, a nuestras rutinas anteriores al estado de alarma, en breve volverán a sus horarios, se quedarán solos de nuevo… esto provocara en muchos casos niveles altos de estrés y frustración al nuevo cambio provocando conductas indeseadas ya erradicadas hace tiempo, ladridos, rotura de mobiliario, volver a ensuciar en casa. Por ello, tendremos que ir “desconectando” a los peludos de nuestra presencia.

¿Cómo hacerlo? Planificándolo y anticipándonos, empezando hoy mismo a adaptar los horarios de comidas y salidas a los de siempre, volver habituarlos a la soledad, a la falta de nuestra presencia, a los hábitos y rituales pero hay que hacerlo YA, desde ahora, no podemos esperar a el día 1 de la nueva situación.

Por favor, no cometáis el error de no tomar medidas y de repente dejar al perro solo e iros a trabajar 8 horas!!

Eso es lo que hace mucha gente cuando tiene un Bebe, no se anticipan a la llegada de un nuevo miembro a la familia y luego acuden a mi con unos graves problemas de incompatibilidad del perro con el bebé.

2 – Dejar de darles atención de forma constante

Estos días hemos estado reforzando sus  exigencias directas de atención de forma constante e incluso reforzándolas con chuches, es el momento de ir dejando de hacerlo, cuando el perro nos busca, nos trae sus juguetes, nos trae sus juguetes, reclama nuestra atención y mimos, debemos ignóralo totalmente, ni decirle que se vaya, ni regañarle, ni siquiera mirarle, está es la única manera que tenemos de que deje de exigir sin que le afecte nuestra conducta ante su exigencia. ¿Por qué deberemos “desconectarlo”? Pues por su propio estado mental y por evitar conflictos con los vecinos. Si no lo hacemos, cuando le dejemos solo y nos vayamos a trabajar, el perro echará en falta el que nadie responda a sus exigencias de atención y esto provocará un nivel alto de frustración lo que llevará a estrés, ansiedad, ladridos…

¿Entonces no podremos darle atención y mimos? Si, pero cuando este tranquilo y no nos lo esté exigiendo, debemos implantar un Botón al perro de ON/OFF para que cuando se vuelva aquedar solo lo haga de forma relajada y calmada.

3 – Señalizar el Iniciar y finalizar las actividades o interacciones con ellos

En necesario empezar a organizar de nuevo el orden y las actividades, para ello, guardamos los juguetes del perro y cuando vayamos a jugar le llamamos se lo ofrecemos y disfrutamos de un rato de juego con él, cuando queramos finalizar, le decimos alguna palabra que le indique el fin de la actividad, y retiramos el juguete hasta el momento de ocio siguiente. Con los mimos podemos hacer lo mismo, llamarlo y cubrirle de mimos sin limites, una vez hemos finalizado, le damos una palabra a modo de señal de finalización y dejamos de darle mimos, aunque no insista. Poco a poco iremos reestructurando así las rutinas y evitaremos las consabidas ansiedades que pueden aparecer en ellos con los cambios.

4 – Implementar la graduación en todo

¿Como comenzamos a dejarlo solo? Pues poco a poco e incrementando la duración.
¿Como organizamos la desconexión con ellos? Gradualmente, hay que ir introduciendo los cambios de forma gradual, iremos cortando gradualmente la atención, los mimos, los juegos, la duración de nuestras salidas a la calle sin ellos, incluso podemos in dejándolo solo en alguna habitación para que se vaya habituando a la soledad…. OJO no podemos cambiar de forma radical de un día para otro, de hacerlo así provocaremos frustración en los perros y secuelas de difícil solución. Importante implementar los cambios con margen de tiempo y aumentando poco a poco la duración. Poco a poco nos iremos acercando a las rutinas anteriores al estado de alarma.

5 – Repasar los ejercicios de educación que el perro sepa hacer incluso dentro de casa

No solamente en estas circunstancias, siempre es recomendable hacer un recordatorio de los ejercicios y trucos que el perro haya aprendido e incluso resulta muy conveniente enseñarle nuevos trucos o habilidades, esta actividad es muy importante de cara a un buen desarrollo y equilibrio psíquico y físico del animal, hay que tomarlo no como algo puntual, sino como una necesidad básica para él y ayudara a una buena vida en familia y evitará problemas de relaciones del perro en sociedad.

La actividad de aprendizaje deberá realizarse siempre desde el punto de vista positivo y más de ocio que de exigencia, así ganaremos ambas partes; el perro ganará estimulación mental, concentración y diversión y nosotros ganaremos en relajarnos, desestresarnos, distraernos y sobre todo disfrutaremos de un momento de disfrute, juego y diversión con nuestro peludo.

6 – Tener muy en cuenta que las circunstancias han cambiado, entramos en una fase de transición

Los perros van a salir a la calle y volverán gradualmente a su vida cotidiana, en muchos casos el cambio de no haber tenido contacto con perros, ni personas durante este tiempo, no ver gente por la calle, ni trafico, ni ruidos … ha podido dejar secuelas en ellos, como haberse vuelto más inseguro con personas y perros desconocidos, o incluso con perros que anteriormente se llevaban genial; reactivos al trafico o ruidos.

En esta desescalada a la realidad, hay que estar ahí para ayudarlos en la fase de transición, sobre todo en perros que antes se mostraban desconfiados, inseguros o huidizos, ellos podrán tener una regresión en sus conductas, por ello deberemos ayudarles teniendo mucho cuidado ante sus muestras de inseguridad, desconfianza hacia la gente y tensión ante la proximidad y presentación con perros desconocidos o perros a los que lleva muchas semanas sin ver.

¿Cómo podemos ayudarles? Pues dándoles confianza y seguridad, haciendo de filtro ante las nuevas-viejas situaciones. Cuando el perro se muestre inseguro o desconfiado, no podemos intentar tranquilizarlo; son perros no niños, los perros asocian nuestras muestras de cariño como refuerzos a su comportamiento; por lo cual; si intentamos tranquilizar a un perro que se está mostrando inseguro, con buenas palabras, caricias o chuches, el perro entenderá que nos gusta ese comportamiento, por lo tanto lo repetirá cada vez más para buscar nuestro agrado y refuerzo, consiguiendo el efecto contrario al buscado. Por lo tanto, la forma de actuar sería mostrarnos tranquilos a su lado, transmitiéndole seguridad y confianza, así le apoyaremos en su gestión de la situación y poco a poco irá ganado seguridad en esas circunstancias que le estresan. Tomar la precaución de mantener las distancias con perros y gente que hace tiempo que no ve, puede ser que esté danto muestras de inseguridad y si forzamos la presentación podemos agravar el problema. El que jugase siempre con ese perro, no garantiza que, en algún caso, la falta de contacto pueda provocar un incidente desagradable que luego sea complicado recuperar.

Al final los perros disponen de una gran capacidad de adaptación a los cambios y en poco tiempo se habrán adaptado perfectamente a la vida que hacían antes. Los perros inseguros o tímidos podrán en cambio haber tenido una regresión en su comportamiento.

Si necesitas ayuda puedes llamar a Ramalladas al 986 250 205 y solicitar una cita de VALORACIÓN GRATUITA.

Juan Freire

Fundador Ramalladas, S.L.
Acreditado por el ministerio del interior y La policía Nacional con el número 19083.
Docente titulado por el Servicio Público de empleo SEPE y la Xunta de Galicia. Máster en Psicología Clínica Canina. Experto en Etología Canina
30 años de experiencia como gerente y adiestrador.