Consejos para introducir a un nuevo perro en casa

La decisión de adoptar un nuevo perro cuando ya tenemos otro en casa, es una decisión lo suficientemente importante como para no tomársela a la ligera. Son muchos los casos en los que una mala gestión de la situación, ha llevado al traste con la posibilidad de que el nuevo perro sea admitido por el que ya tenemos, se genere un conflicto entre ambos y finalmente tengamos que renunciar a adoptarlo.

En mi dilatada carrera como educador, han sido muchas las familias han acudido a mi solicitándome ayuda antes de arriesgarse a introducir al nuevo perro en casa, y así aumentar las posibilidades de éxito para evitar que la adopción no se convierta en una pesadilla y lo peor de todo, el perro adoptado no encuentre un hogar.

Os dejo 10 consejos para introducir a un nuevo perro en casa:

  • Si hay algo primordial que hay que tener en cuenta (como en la mayoría de los casos de problemas de comportamiento canino) es la prevención. No deberemos confiarnos y debemos adelantaremos a cualquier situación que pueda provocar una reacción agresiva por parte de los perros echando por tierra las posibilidades de crear una amistad entre ellos. Debemos tomar las medidas necesarias de seguridad para evitarlos.
  • Conviene valorar el carácter del perro que tenemos antes de dar el paso. Si tiene un carácter fuerte, si ha tenido peleas o enfrentamientos con otros perros,etc…,  probablemente se mostrará reacio a compartir su casa, juguetes, espacios y a la atención de sus dueños con un nuevo perro. Esto podrá llevarle algún tiempo y será recomendable contar con la ayuda de un educador canino con experiencia. En caso de un perro de este perfil siempre será mejor opción decantarse por una hembra.
  • Antes de la presentación, retiraremos los juguetes, objetos, camas y cacharros de comida y bebida. La presencia del nuevo perro cerca de los objetos del veterano puede desencadenar en éste una reacción agresiva, y trataremos posteriormente de habilitar una zona para cada uno con todas sus pertenencias.
  • La presentación debe realizarse en un lugar neutral, en un espacio abierto, así el instinto de territorialidad se mantendrá anulado. Tenemos que  contar con la ayuda de otra persona que lleve a uno de los perros, ambos irán atados y los iremos dejando que se acerquen según vayan mostrando interés. Dejaremos que se huelan, se conozcan y analicen tranquilamente. Pasado el momento inicial, lo mejor sería poder soltarlos para que corran y jueguen un rato creando así un primer vínculo emocional entre ellos, pero siempre bajo nuestra supervisión y estando atentos a cortar posibles encontronazos o peleas.
  • En esta fase lo primordial es intentar intervenir lo menos posible, no mostrar inseguridad o tensión, ya que podemos transmitírsela a ellos y provocar más tensión. No intervendremos tampoco utilizando la correa, puede ser el detonante del inicio de la agresión en el perro que está atado. Siempre detendremos el encuentro cuando los perros estén en plena euforia para que se queden con ganas de seguir conociéndose y lo asocien con algo positivo.
  • En el primer encuentro puede suceder que uno de los perros intimide al otro. Cuando se trata de cachorros, este se mostrará sumiso rápidamente y se acabará el problema. En el caso de dos perros adultos, el de mayor carácter intentará intimidar y someter al otro, puede haber incluso gruñidos o tumbarse uno sobre otro, nos mantendremos al margen, pero atentos a que no vaya la cosa a más.
  • Una vez hayan jugado un rato y se muestren cansados, podemos ir hacia casa y procuraremos que entren juntos. Si disponemos de una zona de jardín, les dejamos que sigan jugando un rato, de este modo su vínculo se refuerza y ya están preparados para entrar dentro de casa (les podemos dejar las correas sueltas por si tenemos que cortar alguna agresión). Primero dejaremos entrar al veterano y luego al nuevo, mostrándole su sitio en casa y dejándole que explore toda las habitaciones de la casa a las que le dejaremos acceder.
  • Los primeros días y semanas estaremos atentos a las interacciones entre ellos, y adaptaremos al nuevo a los horarios de paseos y ocio del perro veterano. Este no puede ver al nuevo como una amenaza o un obstáculo en la vida anterior a su llegada, si no como un amigo de vida y de juegos.
  • A la hora de la comida, disponer de un plato para cada uno y separados, para ir acostumbrarlos a que coma cada uno en el suyo. Hay que estar atentos cuando uno acaba antes que el otro para que no se acerque a comer del plato del que aún no ha terminado.
  • Ante la menor duda, no les dejaremos solos sin supervisión hasta que hayan creado un fuerte vínculo y se haya instaurado un orden jerárquico entre ellos, es decir, que ambos sepan qué lugar le corresponde.

Si seguimos estos consejos lograremos introducir con éxito a nuestro nuevo perro en la familia teniendo una convivencia amigable y armónica para siempre.

Si necesitas ayuda puedes llamar a Ramalladas al 986 250 205 y solicitar una cita de VALORACIÓN GRATUITA.

Juan Freire

Fundador Ramalladas, S.L.
Acreditado por el ministerio del interior y La policía Nacional con el número 19083.
Docente titulado por el Servicio Público de empleo SEPE y la Xunta de Galicia. Máster en Psicología Clínica Canina. Experto en Etología Canina
30 años de experiencia como gerente y adiestrador.

Foto de sergio souza en Pexels